¿Qué es una endodoncia?
La endodoncia es la rama de la odontología especializada en tratar los conductos radiculares del diente, pero popularmente se conoce con el nombre “matar el nervio”. Su función principal es extraer parcial o totalmente la pulpa dental que ha sido dañada o infectada para después rellenar el espacio dental y así devolver la funcionalidad al diente y acabar con el dolor provocado por la pulpitis. Gracias al tratamiento endodóntico las afectaciones de los conductos radiculares que antes provocaban la exodoncia del diente, se pueden tratar ahora de manera menos invasiva, preservando la funcionalidad del diente.
El endodoncista es el especialista de la odontología que estudia todo lo relacionado con el diagnóstico y el tratamiento de los conductos radiculares (endodoncia). A pesar de que esta ciencia tiene ya muchos años de vida, el desarrollo de los instrumentos de titanio, la nueva maquinaria electrónica, las innovadoras técnicas radiográficas apoyadas en la informática, y sin duda, la excelente formación de nuestros profesionales, consigue éxitos que hace pocos años nos estaban vedados. En Siloé, contamos con endodoncista especializada, por lo que el porcentaje de éxito es muy elevado.
Por lo tanto, la aportación de endodoncistas es imprescindible aunque hagan el trabajo que no se ve, pero que soporta la restauración de todo el sistema dentario y de esta forma el prostodoncista puede acabar con una estética saludable.
¿Cuándo es necesaria la endodoncia?
El tratamiento endodóntico está indicado cuando por un motivo u otro los conductos del diente son dañados por las bacterias, llegando a afectar el nervio, la raíz o incluso el hueso maxilar dónde se alberga el diente. Esta situación se da por culpa de la necrosis pulpar o muerte del nervio, que puede estar causada principalmente por nueve situaciones:
1- Caries profunda: la infección ha llegado a la dentina, afectando a los conductos radiculares.
2- Dientes fracturados: la fractura del diente permite la entrada de las bacterias a los conductos radiculares, provocando la necrosis pulpar.
3- Traumatismos severos: un golpe en la raíz del diente provoca la infección de los conductos radiculares.
4- Lesiones periodontales severas: lesiones periodontales combinadas.
5- Motivos protésicos: para la colocación posterior de coronas o puentes.
6- Anomalías morfológicas dentales: dens in dente.
7- Atricción
8- Abrasión
9- Idiopáticas